Descubre en este vídeo cómo leer correctamente los pequeños detalles que revelan lo que una persona piensa en cada momento. Presta atención a su mirada, el tono de su voz y sus gestos, de esta manera comprenderás cuando alguien está siendo sincero contigo o cuando tratan de esconderte algo.
Tres formas sencillas para conocer qué piensa nuestro interlocutor.
Primero, es necesario aquietar tu mente, concentrar tu mente en el presente.
Prestar atención a los ojos: Si los ojos se desplazan de un lado al otro quire decir que buscan una vía para evadir la conversación y muy posiblemente alguien esté mintiendo. Si evitan el contacto visual, es que temen que algo que ocultan, salga a la luz. Si aguantan la mirada, es que quieren ser sinceros. También las cejas, si se bajan cuando apartan la mirada, quiere decir preocupacion. Si las cejas se arquean y agrandan, pueden indicar sorpresa o intriga por lo que dices. Las expresiones faciales nos indican como es el estado de ánimo del interlocutor. Si los ojos brillan y el interlocutor sonríe, hay sinceridad y alegría.
Lenguaje corporal. Cuerpo y manos. Alguien que mientras habla toca repetidamente sus dedos o produce un golpe o sonido repetitivo: señal aburrimieto, apuro o deseo de acabar la conversación. Tocarse la nariz puede ser síntoma de mentira. La expresión facial, las arrugas de la frente son buenos indicadores.
Presta atención a la voz. Hablar rápido y atropellado indica ansiedad, nerviosismo o emoción. Hablar de manera relajada y pausada está sereno y en control. El tono alto y agudo señala enojo y frustración, minentras que si es suave indica tranquilidad y relajación.
Un día Jorgito entró a su casa dando patadas en el suelo y gritando muy molesto. Su padre llamó a Jorgito que explica: -Papá te juero que tengo mucha rabia! Pedrito no debió hacer lo que hizo conmigo. Por eso le deseo todo el mal del mundo. Tengo ganas de matarlo. Su padre un hombre simple pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo quien continuaba diciendo: -Imagínate que el estúpido de Pedrito me humilló frente a mis amigos. No acepto eso. Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela El padre sigue escuchando y se dirigió a una esquina del garaje de la casa de donde tomó un saco lleno de carbón, el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso: -Vesa aquella camisa blanca que está en el tendedero? Hazte la idea de que es Pedrito y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco hasta el último pedazo después yo regreso para ver cómo quedó. El niño lo tomo como un juego y comenzó a lanzar carbones pero como la tendera estaba lejos, pocos de ellos acertaron en la camisa cuando el padre regresó y preguntó hijo "Qué tal te sientes?" -Cansado, pero alegre hacerte algunos de los pedazos de carbón a la camisa. El padre tomó al niño de la mano y le dijo -Ven conmigo, quiero mostrarte algo Lo colocó frente a un espejo que le permitía ver todo su cuerpo. Qué susto, estaba todo negro y solo se le veían los dientes y los ojos en ese momento el padre dijo -Hijo, cómo pudiste observar la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otro se nos vuelve y multiplica en nosotros por más que queremos o podamos perturbar la vida dea lguien con nuestros pensamientos el residuo y la suciedad siempre queda en nosotros mismos. Ten mucho cuidado con tus pensamientos porque ellos se transforman en palabras. Ten mucho cuidado con tus palabras porque ellas se transforman en acciones. Ten mucho cuidado con tus acciones porque ellas se transforman en hábitos. Ten mucho cuidado con tus hábitos porque ellos moldean tu carácter y ten mucho cuidado con tu carácter porque de él dependerá en gran medida tu destino